Otra entrada seria (con algo más de acritud)

Publicado: 30/11/2006 en Otros temas

Y el enlace donde al parecer se posteó por primera vez (yo lo encontré en otro blog, que a su vez me llevó a otro que enlazaba con el original)
Lo de salirse de la Iglesia parece fácil, ya que aparentemente basta con enviar al obispado de tu diócesis tu partida de bautismo junto con un escrito en el que se ponga de manifiesto el deseo de abjurar de la fe (o sea, que igual que no cuentan contigo para las misas, que también pueden ir borrándote de las estadísticas). Sin embargo existen bastantes casos como el que comentan en el enlace anterior, en el que lo más que hacen es anotar en tu partida de bautismo tu deseo de apostatar.

Y sin embargo el derecho a la apostasía está reconocido en:

– Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948
– Artículo 9, párrafo 1, del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de 1950
– Artículo 10, párrafo 1, sobre Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2000
– Artículo 2, párrafo 1ª, de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980
También en el canon 751 del Código de Derecho Canónico, en el que se definen los términos de «herejía», «apostasía» y «cisma», aparece el término, pero no el derecho.

Entroncando esto con el que de momento es el tema principal del blog, cuando fui a empadronarme tras mi llegada, además de mi estado civil me preguntaron por mi religión. Y no es porque aquí haya tanto protestantes como católicos, no. Es porque no dan por hecho que uno sea de tal o cual religión o que siquiera sea parte de una religión.
España es constitucionalmente laica, pero sólo de boquilla. Mientras que en Alemania existen formularios y un trámite sencillo para poderte salir de la iglesia en la que estás registrado, en España tienes que redactarte tú el escrito (si bien existen modelos por la Red), con el consiguiente peligro de que te hagan la jugada de buscarte fallos de forma en el mismo.

Es cierto que aunque existe una cantidad cada vez mayor de gente, sobre todo joven, que «pasa» de la Iglesia, muy pocos saben que hay una posibilidad de «pasar» de ella del todo. Al fin y al cabo, esos «millones de españoles» que se nombran para justificar peticiones o demandas de la Iglesia Española son tanto los que de verdad están dentro como los que no querrían estar, pero no saben que pueden salir.

(Habréis visto que puedo tocar temas espinosos manteniendome correcto, para que luego diga uno que yo me sé que soy incapaz de no crear polémica con estas cosas. Vamos hombre, como si fuera yo a escribir sobre la relación entre el ex-dogma de que los niños no bautizados
no van al cielo y el bautismo «obligado» al poco de nacer. O como si me fuera a meter en aguas pantanosas acerca de la hipocresía de los sacerdotes que intentar hacer ver a los niños el significado religioso de la comunión pero saben perfectamente que sin el banquete y los regalos iba a hacer la comunión Rita. Nada de polémicas, sólo simples informaciones.)

Bueno va, como alguno estará esperando que abra la bocaza pues para que no se quede con las ganas….

Que digo que si no dejan apostatar («rechazar de forma total la fe cristiana» según el Derecho Canónico),
pues a lo mejor puede uno hacer que le declaren hereje (herejía = «negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma»).
Y eso es más fácil, porque como hay que negar o dudar de una «verdad que ha de creerse con fe divina» pues digo yo que con que cada uno presente una grabación de las veces que haya dicho «la puta Virgen» a lo largo de su vida, pues ya vale, ¿no? (si alguien piensa en otra expresión, no vale, porque como Dios es omnipresente también está en la taza del váter).

Y ale, para rebajar el cabreo de algunos tras leer lo anterior, un vídeo de humor. He estado dudando entre éste que pongo y el de chipiwini de Cruz y Raya, que me encanta. Pero bueno, otro día pongo ése.

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