Archivos para febrero, 2024

Ya sé que no ha acabado el mes y que mañana todavía podría ver alguna película, pero como tenía la entrada prácticamente terminada, me vais a perdonar el adelanto en su publicación. Todas las películas que he visto este mes han sido en plataformas, porque entre unas cosas y otras, no he tenido mucha oportunidad (ni motivos) para ir a una sala de cine; la cosa seguramente cambie en marzo, porque hay dos estrenos que me gustaría ver en pantalla grande sí o sí, y la cosa será que se dé la confluencia de tener la posibilidad de ir al cine y que dicha posibilidad coincida con el tipo de proyección de la que quiero disfrutar si voy a pagar entrada, así que ya leeréis aquí si ha podido ser o no.


Título: Bullet Train
Dirección: David Leitch
Duración: 126 min
Calificación: ***

Antes de empezar: sí, me leí el libro el verano pasado. De hecho, me compré el libro al oír hablar de la película porque el argumento me pareció muy interesante y no sabía si acabaría viéndola o no, cosa que al final ha sido que sí gracias a la magia de las plataformas digitales. En esta reseña no voy a comparar ambas versiones de forma exhaustiva, principalmente porque comentar algunos de los cambios supondría entrar en entresijos de la trama, y ya sabéis que no me gusta destripar nada si puedo evitarlo, pero sí que haré pequeños apuntes cuando haya alguna diferencia pertinente entre el libro y la peli.

Como dice su título, la historia tiene lugar a bordo de un tren bala ficticio, trasunto del Shinkansen japonés, en el que confluyen un puñado de asesinos a sueldo, a cuál más peculiar, cuyas misiones se entrecruzan y solapan. Este elenco de criminales supone el mayor punto fuerte de la película, pues cada uno de ellos cuenta con una marcada personalidad, nombre clave y características, de modo que resulta sencillo empatizar con la mayoría de ellos y ver complicado el reparto de roles de «buenos» y «malos». Si bien la película nos ofrece algunas secuencias retrospectivas para darnos más información sobre los asesinos, en algunos casos sí que he echado en falta algo más del trasfondo que ofrece el libro. En cualquier caso, creo que la cinta realiza un estupendo trabajo a la hora de permitir que cada uno de ellos deje su huella, incluso en el caso de los que duran poco en pantalla. Puesto que el principal activo de la historia son sus personajes y sus interrelaciones, incluso por encima de la acción, creo que el director ha acertado en su forma de encarar todo ese aspecto de la película, y cuenta con unas interpretaciones carismáticas y solventes de la mayor parte de los actores, que saben darle el punto exagerado cuando conviene y seguir resultando igualmente creíbles.
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Otro fin de semana más con periplo teatral por Toledo y Madrid, así que eso significa que toca otra reseña doble. El viernes tuvimos la segunda función del ciclo de teatro contemporáneo del Teatro de Rojas, el cual no empezó del todo bien con El rey que fue, de Els Joglars, que ya reseñé aquí, y ha ido a peor. Esperemos al menos que haya tocado fondo con lo que hemos visto esta semana, porque eso significaría que la cosa sólo puede mejorar. Antes de la función se nos indicó expresamente que no mencionásemos ni la obra ni la compañía si no nos gustaba, así que me pliego a sus deseos y así lo haré durante esta entrada (tampoco habrá imágenes, así que preparaos para bloques de texto hasta llegar a la segunda reseña. Menos mal que el sábado me resarcí con la estupenda versión de La casa de Bernarda Alba que dirige Alfredo Sanzol en el Teatro María Guerrero, porque de otro modo, estas reseñas habrían sido un pozo de negatividad tremendo. En fin, empecemos por La Obra Que No Puede Ser Nombrada Por Designio De La Compañía y así vamos de menos a más y acabamos con buen sabor de boca.


Lo inmediatamente anterior a LOQNPSNPDDLC que había visto de esa misma compañía fue Fortunata y Benito, también en el Rojas, y aunque tampoco salí contento del todo por motivos que aparecerán en mi opinión de LOQNPSNPDDLC, al menos ésa sí era una obra de teatro de verdad. O al menos era una obra de teatro con una serie de elementos adicionales diseñados para gustar a la chavalería. Porque ésa es la misión de la compañía: buscar «la incorporación de los públicos jóvenes al teatro a través de la dramaturgia contemporánea». Sin embargo, y tras dos espectáculos suyos, mi opinión es que yerran el tiro; no en lo de fomentar que las nuevas generaciones se acerquen al teatro, que eso seguramente sí que lo consiguen a su manera, sino en el modo de hacerlo.

Veréis, en mi opinión, una cosa es pretender que chicos jóvenes disfruten con una obra de teatro tan árida como para que no quieran repetir la experiencia (un clásico arqueológico con una puesta en escena purista y poco adaptada, por ejemplo) y otra muy distinta ofrecerles algo que les haga pensar que, si vuelven al teatro después de haber visto esta obra que vimos el viernes, volverán a asistir a un despliegue audiovisual semejante, a escenas más propias de un video de TikTok, a explicaciones de todo lo que está pasando para que nadie se pierda o a un colegueo constante como si los actores fueran youtuberos hablando con su público. No entiendo este empeño, que empieza ya en los planes de estudio, de tomar a los chavales por tontos y bajar todo a un nivel mínimo para que no tengan que poner el menor esfuerzo por su parte. No me tengo que ir muy lejos, porque he hablado de ellos hace poco, para encontrar un par de ejemplos de espectáculos, clásicos además y no contemporáneos, hechos de forma moderna y que suponen excelentes puntos de acceso de las nuevas generaciones al teatro sin darles una idea equivocada de lo que se van a encontrar después. Tanto La discreta enamorada como Que de noche lo mataron cogen obras de nuestro repertorio más clásico y, tras pasarlo por un filtro contemporáneo, ponen sobre el escenario unas versiones interesantes y accesibles para el público joven sin dejar de ser teatro. (más…)

Creo que no he contado esto antes en el blog, pero aquí seguimos viendo las series a la manera tradicional en lugar de darnos atracones como se estila ahora. Aunque la televisión lineal siga emitiendo cada cosa un día concreto (salvo cambios de programación), si le hablas o preguntas a alguien sobre las series que ve, la asociación mental inmediata es a lo que esté consumiendo en su plataforma de referencia, e incluso en muchas ocasiones, debido a las horas de emisión, las series de la tele tradicional se acaban viendo bajo demanda en su plataforma correspondiente. En mi caso, me gusta más tener varias series empezadas y seguir teniendo que esperar de semana en semana antes que coger una serie y verla en plan empacho, incluso dos o tres episodios el mismo día, y que al mes siguiente ni sepas lo que has visto. Por eso hemos establecido un calendario que fija qué serie se ve cada día «laborable» a la hora de la comida, y para las noches se queda una única serie todos los días (series de numerosas temporadas normalmente), que se puede sustituir también por una película. Se entiende el sistema, ¿no?

La explicación anterior es para aclarar por qué en esta entrada «mensual» no voy a valorar series o temporadas como hago con mis lecturas o con las películas, pues en un mismo mes solamente habremos visto un puñado de episodios de cada serie (salvo que hayamos metido algún capítulo extra en fin de semana, ya que esos días no tienen serie definida). Por lo tanto, quiero contar un poco qué he visto y qué me está pareciendo, sin ceñirme a mi formato de reseñas habitual.

Los lunes empezamos a ver This England, la serie que vendieron principalmente a lomos de la caracterización de Kenneth Branagh como Boris Johnson, ese primer ministro británico de indómito pelo rubio que lidió con la epidemia de la COVID-19 en su país recién consumado el Brexit. Antes de empezar a verla, pensé que se iba a centrar mucho más en la figura de Johnson, pero me sorprendió gratamente ver que, si bien sigue siendo el eje en torno al cual giran los acontecimientos, la serie adopta una perspectiva mucho más amplia, dedicando su atención a una buena cantidad de personajes, tanto públicos como anónimos. Hasta donde llegamos en enero, los hospitales y residencias de ancianos van copando cada vez más metraje en relación al 10 de Downing Street, y se cargan bastante las tintas en cuanto a la carga (melo)dramática. En cualquier caso, la producción está muy cuidada en todos sus aspectos, desde la ambientación y puesta en escena hasta las interpretaciones así que, a la espera de ver cómo termina, la considero una agradable sorpresa. Eso sí, hay momentos en los que parece que estás viendo más un documental que una serie de ficción con la cantidad de datos que aportan. (más…)

Título: Sonic The Hedgehog. Winter Jam
Guionista: Iasmin Omar Ata Dibujante: Min Ho Kim
Editorial: IDW Comics Precio: 4,99 $
Valoración: ***1/2

Lo que me gustan estos especiales «festivos»… Lo mismo me da de invierno, que de San Valentín, que de Halloween, que de lo que me echen. Soy consciente de que suelen estar a cargo de equipos creativos «menores» o, en el caso de las antologías, se aprovechan para que se fogueen nuevos talentos y cosas así, pero cuando veo uno, allá que voy a gozarlo cual gorrino en el barro. Además, son una buena forma de leer a determinados personajes cuya serie regular no sigo por el motivo que sea, porque normalmente son historias autoconclusivas para las que hace falta muy poco conocimiento previo de tramas ni nada de eso.
En este caso, se trata de un especial invernal de Sonic y sus amigos en el que se ven secuestrados por dos secuaces del Dr. Robotnik. Estos robots han creado un programa televisivo repleto de pruebas locas y con una esmeralda del caos de premio, así que los protagonistas se dividen en parejas para concursar y tratar de hacerse con ella. Las pruebas y el concepto general no son precisamente dignos del villano marvelita Arcade (que esto es un tebeo para todos los públicos), pero el desarrollo de la historia está bien llevado pese a las objeciones que se le pueden poner. No obstante, me da completamente igual, porque me lo he pasado pipa con la historia, que es un ejemplo perfecto de cómo hacer un producto divertido y entretenido sin tener que comerse mucho la cabeza.

En cuanto al dibujo, poco puedo decir, porque como buen cómic licenciado, es básicamente perfecto en su ejecución de los personajes de la franquicia y ni siquiera le puedo achacar el estatismo que tienen otros tebeos similares. El apartado gráfico hace gala de una buena narrativa visual, caras muy expresivas y una acción muy dinámica, así que todo bien, vaya.


Título: DC’s ‘Twas the ‘Mite before Christmas
Guionista: VV. AA. Dibujante: VV. AA.
Editorial: DC Comics Precio: 9,99 $
Valoración: **1/2

¿Qué os había dicho de los especiales? Pues eso, que aquí tenemos el especial navideño de la editorial DC Comics, que a diferencia del de Sonic, no es una única historia, sino que se presenta en formato de antología con 8 distintas: los Jóvenes Titanes con un relato centrado en Raven, Harley Quinn y Amethyst intercambiando sus vidas con los resultados esperables, Lex Luthor protagonizando su versión del Cuento de Navidad, Batwoman enfrentada a los enigmas del Acertijo, Booster Gold echándole un cable a Papá Noel, Superman inspirando a alguien que atraviesa un mal momento, Bunker (con Extraño) versionando Qué bello es vivir y, por último, Batmito haciéndoselas pasar canutas a Damian Wayne.

De todo el plantel de equipos artísticos, porque cada historia está a cargo de uno distinto, el único al que reconozco por nombre es Sholly Fish (aunque Juan Bobillo me quiere sonar, y no sé de qué), así que el especial cumple en su práctica totalidad eso que mencioné acerca de talentos nuevos y tal (ahora es cuando recibo mi primer comentario en mucho tiempo poniéndome verde por no haber reconocido a tal o cual guionista o dibujante, y si no, al tiempo). Como toda antología, hay de todo, como en botica, y si bien ninguna historia me ha parecido mala o aburrida, algunas parecen más de relleno (o de inclusión obligatoria) que otras. Lógicamente, siendo el tipo de especial que es, la mayoría tiran más hacia las emociones y moralejas propias de la época navideña, y a cada lector le gustarán más unas u otras en función de sus sensibilidades. En mi caso, he disfrutado especialmente las de Booster Gold, Batmito y Lex Luthor, las de Bunker y Batwoman me han parecido las peores, y las demás se quedarían un poco en tierra de nadie. (más…)

Venga, voy a ir de frente y a decirlo lo primero: esta obra de Els Joglars me ha supuesto una decepción. Vale que no ha sido una profunda decepción, pero sí una decepción a secas. Quizás es porque he tenido muy presente cuánto me gustó y lo buena obra que me pareció Señor Ruiseñor, lo último que había visto de ellos (en el mismo recinto, por cierto) y ya se sabe aquello de que las comparaciones son odiosas, pero no sé… Creo que a la obra le falta algo para ser tan redonda como la mencionada, o como muchas de sus obras anteriores. Tal y como se nos presentó en el Teatro-Auditorio El Greco, que recordemos que es un espacio horrendo para la mayoría de obras de teatro, pero eso es otro melón, El rey que fue se queda a medio gas. Presenta un envoltorio estupendo, actores muy competentes e ideas poderosas que, sin embargo, quedan ocultas por una miríada de pasajes mucho más pedestres, un ritmo irregular y un tono que navega entre dos aguas sin decantarse por ninguna, pero sin despuntar tampoco en el equilibrio entre ambas.

En la obra, el rey emérito zarpa a bordo de una goleta en el Golfo Pérsico, acompañado de diversos personajes, con la intención de invitar a un jeque (o sultán, porque se mencionan ambas cosas) a una paella. La travesía, una de las ideas más afortunadas de la obra, sirve de metáfora del reinado de Juan Carlos I como capitán de una goleta, España, en la que manda, pero no manda, y va teniendo encuentros con distintos personajes y tomando determinadas decisiones que determinan o modifican el rumbo de la embarcación. Antes de meterme más en harina, os dejo con el clip promocional de la obra y seguimos después del salto.


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Siguiendo la estela del otro resumen de lecturas mensuales, les toca el turno a los cómics. Eso sí, aquí voy a meter solamente los tomos y los manga (que no dejan de ser tomos que recopilan historias publicadas en revistas), y las grapas se quedarán con su propia sección en el blog si me deja tranquilo el trabajo y puedo escribir, que ésta ya va con más retraso del que me habría gustado.


Título: A Couple of Cuckoos 3
Guionista: Miki Yoshikawa Dibujante: Miki Yoshikawa
Editorial: Pika Édition Precio: 7,20 €
Valoración: Bache en el camino

Si el primer libro del año fue una antología de cuentos de un autor ruso, el primer tebeo del año fue un manga en su edición francesa. ¿Por qué en su edición francesa y no española si aquí no puedo aplicar el razonamiento de querer leer en el idioma original y voy a tener que comprar una traducción igualmente? Pues por dos razones: una, que los manga franceses son notablemente más baratos que los españoles salvo excepciones muy puntuales, y en este caso hay una diferencia de 1,80 € entre la edición española de Norma y la francesa de Pika; y dos, que los traductores de manga franceses son estupendásticos, cosa que constaté hace ya muchos años durante mi estancia laboral en el Hexágono y que se ha mantenido a lo largo de los años.

A Couple of Cuckoos es un shonen prototípico en la línea de clásicos como I»s o Love Hina, pero con una curiosa vuelta de tuerca en la que la pareja de protagonistas fue intercambiada al nacer, y no es hasta bastantes años después que las familias (una muy rica y pudiente y la otra de clase trabajadora y humilde) descubren lo sucedido y, en un giro muy loco, deciden prometerlos para que acaben casándose. Como es habitual en este tipo de manga, los caracteres e intereses de la pareja no pueden ser más distintos y se propician todo tipo de situaciones y equívocos. Sin embargo, el hecho del intercambio añade una capa adicional de significado, pues en las interacciones y choques entre los protagonistas está presente el cómo habrían sido sus vidas de haber nacido en la familia «correcta», lo que permite una lectura adicional de lo que está sucediendo. (más…)

En 1964, Roald Dahl trajo al mundo el personaje de Veruca Salt en su libro Charlie y la fábrica de chocolate. Veruca es un arquetipo de personaje bastante habitual en todo tipo de libros, series y películas: una niña rica (género no vinculante, hay también sobrados ejemplos masculinos) caprichosa y malcriada, narcisista y acostumbrada a salirse con la suya. En resumen, uno de los ejemplos más conocidos de lo que empezó a manifestarse en los últimos años de la Generación del Milenio y que ha dado paso a la Generación Z o Generación Postmilenio, también mal llamada generación ESO en España, pero no voy a abrir ese melón.

No quiero ponerme a hablar del culto a la imagen y el egocentrismo propiciado por las redes sociales ni de dónde viene y qué supone el éxito de tantos youtubers e influencers. Y tampoco voy a hacerlo (hoy) sobre la falta de criterio a la hora de opinar, principalmente fruto de la nula capacidad de debate y de diferenciación entre subjetividad y objetividad. Me gustaría escribir sobre lo que dice el título: ese virus que busca la gratificación instantánea, que se hace más patente en la nueva generación que ha vivido permanentemente conectada desde su más tierna infancia y que se ha propagado, en mayor o menor medida, al resto de generaciones.

Cada vez menos gente está dispuesta a esperar para tener algo. Muchos aficionados a las series empezaron a ver capítulos de sus series preferidas con subtítulos hechos de cualquier manera, de forma que pudieran visionarlos apenas 24 horas después de su emisión en su país de origen, y esta práctica la fueron adoptando (esta vez con subtítulos profesionales que el traductor tiene que hacer a horas intempestivas) la mayoría de plataformas digitales. Se acabó el esperar a que alguien compre unos derechos para España y doble o subtitule la serie para su emisión. Es más, en algunos casos ni siquiera hay que esperar una semana al siguiente capítulo, porque ya hay empresas que compran series completas y las publican del tirón para satisfacción de quienes disfrutan practicando el visionado compulsivo (binge watching). Esto, sin entrar en otras consideraciones, es perfectamente válido. Si puedes acceder a una de tus aficiones evitando esperas, ¿por qué no ibas a hacerlo? Uno de los factores de competitividad de cualquier empresa es el poder servir sus productos a sus clientes en el menor plazo de tiempo posible, y es lo que lógicamente hacen en la medida en que se lo permiten los factores técnicos y temporales. (más…)

Voy a aprovechar el mismo formato de píldoras que recuperé recientemente en el repaso mensual de cine para realizar también repasos mensuales de lecturas (libros y cómics por separado) y lo mismo hasta de series, a ver qué tal sale la cosa. Como siempre, se admiten sugerencias del tipo que sea en cuanto a formato, enfoque… Siempre puedo experimentar y tratar de encontrar nuevas formas de abordar las entradas del blog. Pero a falta de sugerencias, vamos al turrón.


Título: Rock, Paper, Scissors and Other Stories
Autor: Maxim Osipov
Editorial: NYRB Classics
Valoración: Interesante

El primer libro del año fue esta colección de cuentos del escritor ruso (y cardiólogo) Maxim Osipov. Lo de cardiólogo no lo he puesto como un mero apunte curioso, sino porque es un dato que influye en sus historias, pues muchas de ellas tienen un protagonista que es médico, o en su argumento o desarrollo está presente algún tipo de enfermedad o elemento relacionado con la medicina. Eso sí, todo lo que escribe no gira en torno a esos temas, porque los relatos del libro son bastante variados tanto en su temática como en las situaciones que abordan, y en él encontramos desde burócratas y políticos hasta personajes del mundo del teatro o profesores.

El estilo de Osipov es sobrio, con frases cortas y directas por lo general tanto en las descripciones de lugares y personajes como en los diálogos de éstos. El tono empleado puede resultar extraño si no estás acostumbrado a la literatura rusa (no sé si distinguir entre contemporánea o no, porque casi que da un poco igual), porque emplea una sutil ironía que se aplica ya sea a las historias en sí o a la realidad que buscan reflejar. De igual modo, la forma de dibujar a los personajes y las interrelaciones de éstos, con actitudes y comportamientos propios del carácter y la sociedad rusos, pueden parecer chocantes desde nuestra perspectiva. En ocasiones incluso me ha llegado a recordar a las historias del teatro de Pinter y el modo en que los personajes de éste reaccionan hacia lo que les ocurre. (más…)

Una vez pasado el primer mes del año, quiero hacer balance de las películas que he visto, ya sea en casa (3) o en el cine (1). Para ello, voy a retomar el formato de mi querido 2017 de cine en forma de píldoras, aplicando un cambio mínimo que es quitar la fecha de visionado (porque esta vez no las voy a ir registrando) y añadir la calificación a los datos del principio en lugar de al final del texto, donde iba la fecha. No garantizo que todos los meses vaya a haber repaso, porque dependerá de cuánto y qué haya visto, pero se intentará.

Título: Suro
Director: Mikel Gurrea
Duración: 116 min
Calificación: ***

La primera en la frente… No voy a decir que sea una mala película, porque objetivamente no lo es, pero sí me ha supuesto una decepción teniendo en cuenta lo bien que la pusieron en su momento. Admito que parte de mi desencanto proviene de no haber «entrado» en la película, pero es que apenas he logrado conectar con ninguno de los protagonistas (no por culpa de los actores, que ellos hacen lo que les escriben y mandan, faltaría más), lo que se suma a determinadas decisiones de guion y dirección para que empiece a estar más pendiente de «¿esto por/para qué?» que de ver la película sin más.

Veamos: la historia va de una pareja que se traslada al campo porque ella, embarazada, ha heredado una inmensa finca con bosques de alcornoques y entonces quieren reformar la masía (porque son arquitectos los dos, pero de los multifuncionales que lo mismo te hacen de albañiles, que de electricistas, que reparan un depósito metálico de agua) y ganarse la vida con el corcho. Hasta aquí, pues bueno, hay alguna cosa de alzar la ceja, pero vaya… Lo que pasa es que luego empiezan a interactuar con la gente del pueblo y con la cuadrilla de jornaleros que va a su finca, se añade una trama sobre inmigración y todo eso da pie a que los protagonistas, que empiezan en una posición enfrentada en determinados asuntos, pasen a la posición contraria (la que tenía el otro) a la vez. Esto no tendría por qué tener mayor problema si se produjera de una forma más orgánica y viéramos el arco que recorre cada uno de los dos personajes para acabar en el punto opuesto al que empezó; sin embargo, como se produce merced a determinados momentos del guion puestos en este con el único fin de llegar a ese cambio, pues me parece forzado y tan inverosímil como ciertas situaciones que no voy a desvelar, pero cuyo anclaje en la trama tampoco es que me entusiasmara precisamente. (más…)