NXT TakeOver: Orlando

Publicado: 04/04/2017 en Opinión, Reseñas, Wrestling
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Antes de seguir, si no sabes lo que es NXT, quizá quieras leer una pequeña descripción que tengo aquí mismo.


Lo bueno de los TakeOver es que no sólo duran menos que los PPV normales de la WWE y, por lo tanto, es más fácil verlos de una sentada, sino que además su calidad media también suele ser superior, y es raro encontrar un combate de menos de 3 estrellas. ¿Fue TakeOver: Orlando una excepción a esta norma? En absoluto.

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El primer combate de la noche enfrentó a SAnity (Eric Young, Alexander Wolfe, Killian Dain y Nikki Cross) contra el equipo formado para la ocasión por Tye Dillinger, Roderick Strong, No Way Jose Kassius Ohno y Ruby Riot.
La historia que llevó hasta aquí era sencilla: SAnity intentó que Tye Dillinger se uniera a ellos, éste se negó, y desde entonces han estado haciéndole la vida imposible gracias a su superioridad numérica. Roderick Strong y No Way Jose decidieron echarle una mano a Dillinger y, tras varias semanas de ataques entre ambos bandos, generalmente a favor de SAnity, se fijó este combate mixto 4 contra 4 después de que Ruby Riot se apuntara a la fiesta casi en el último momento. ¿Por qué he tachado a No Way Jose entonces? Pues porque finalmente no participó tras ser atacado esa misma mañana por SAnity y no tener el alta médica (o, en otras palabras, porque Kassius Ohno había vuelto hacía poco a NXT y tenían que meterle de algún modo en el TakeOver).

No las tenía todas conmigo antes de que empezara el combate porque, si digo la verdad, la rivalidad no ha conectado mucho conmigo que digamos. Me ha parecido que se ha alargado demasiado, que en general dejaba claro que SAnity llevaba siempre las de ganar (aunque sólo sea porque son un grupo fijo y, por lo tanto, pelean y se coordinan mejor que sus rivales, que se han unido por avatares del destino) y que el añadido de los compañeros de Dillinger se realizó de forma un poco aleatoria que digamos.

Aun así, el combate fue altamente entretenido, todos los luchadores tuvieron la ocasión de demostrar lo que saben hacer (aunque ellas no pudieron brillar demasiado) y volvió a quedar claro lo inmensamente popular que es Tye Dillinger en este momento y la reacción positiva que recibe del público cada vez que interviene.

¿El resultado? Ganó SAnity, como era de esperar, después de que Dain le aplicara su movimiento de remate a Dillinger y le hiciera la cuenta de tres. Así que básicamente hemos tenido una rivalidad de semanas para acabar donde empezamos: demostrando que SAnity es una fuerza dominante en NXT que actúa de forma cohesionada para hacer todo lo necesario para vencer a sus rivales, independientemente de la indiscutible calidad de éstos. Y Dillinger se queda en una zona gris en la que es demasiado popular para verse envuelto en una rivalidad menor con otro luchador de NXT, pero quizá aún no ha llegado al punto de poder aspirar al título (sobre todo después de esta derrota); ¿próximo destino…?.

Valoración del combate: *** 1/4


En el segundo combate se vieron las caras Andrade «Cien» Almas y el recién llegado Aleister Black (y tan recién llegado, como que debutaba en este TakeOver).

«Cien» Almas se encuentra en una posición no demasiado envidiable, en la que todo el mundo es consciente de su talento y capacidades atléticas, puesto que combina la habilidad aérea con técnicas más terrestres, pero acaba jugando el papel de felpudo de entrada con el que se lucen los nuevos luchadores. Ya ocurrió con Bobby Roode en el TakeOver: Brooklyn II y con Roderick Strong en el TakeOver: San Antonio; dos combates más que decentes, donde «Cien» Almas se luce, hace lucirse a su oponente y acaba perdiendo y pasando unas semanas en tierra de nadie (salvo que acabe en otro sitio, claro…).

El combate fue bastante reñido, con varios cambios de ventaja y bastante variedad de técnicas y movimientos en los escasos 10 minutos que duró. La mayor pega que se le puede poner es que, aunque la mejor arma del arsenal de Black son las patadas (y de hecho su remate, la Black Mass, es una patada giratoria con la que ganó este combate), «Cien» Almas se centró principalmente en aplicar llaves de brazo en varias ocasiones en lugar de tratar de debilitar las piernas.

Valoración del combate: ***1/2


Con el tercer combate empezaron a ponerse en juego los títulos, empezando por el de parejas con una pelea entre los campeones The Authors of Pain y los dos equipos aspirantes, #DIY y The Revival.

The Authors of Pain son un par de mastodontes que básicamente ganan sus combates a base de machacar a sus rivales a base de fuerza bruta y de aguantar golpes y llaves que derrotarían a la mayoría de luchadores. Por su parte, #DIY y The Revival son sendos excampeones de los títulos por parejas; los primeros, una combinación de la técnica de Johnny Gargano y la fuerza de Tommaso Ciampa, y los segundos, un equipo muy equilibrado y sin fisuras con un arsenal de ardides casi infinito.

En teoría, todo lo que tenían que hacer #DIY y The Revival era colaborar el tiempo suficiente como para eliminar a los campeones, cancelando la superioridad física de éstos con la numérica de los dos equipos unidos. Sin embargo, los aspirantes ya venían de una rivalidad de meses: The Revival habían sido los campeones hasta que #DIY se alzaron con la victoria en TakeOver: Toronto, y éstos a su vez perdieron ante The Authors of Pain en TakeOver: San Antonio.

En la práctica, y aunque lograron coexistir durante algunos momentos (incluida una increíble secuencia en la que compartieron remates) y estuvieron a punto de conseguir eliminar a The Authors of Pain, las malas artes de The Revival acabaron llevando a la eliminación de #DIY. Tras esto, y aunque emplearon todos los trucos posibles para hacer caer a los dos colosos, la fuerza bruta y resistencia de los campeones se acabaron imponiendo, y éstos retuvieron sus títulos.

Valoración del combate: **** 1/4


Y pasamos al cuarto, y penúltimo, combate de la noche, esta vez por el título femenino de NXT, que enfrentó a la campeona Asuka contra la aspirante Ember Moon.

Asuka lleva más de un año como campeona femenina de NXT, y no parece que su reinado vaya a acabar pronto. Desde su llegada, se reveló como una luchadora fuerte y tenaz, con un amplio arsenal de movimientos y una resistencia que la ponían muy por encima del resto de competidoras. Desde su victoria por el título sobre Bayley y el «ascenso» de varias luchadoras a RAW o Smackdown, no ha habido ninguna aspirante que realmente pareciera tener posibilidades de arrebatarle su título. Tal era la escasez de aspirantes creíbles, que hubo que traer a la excampeona Mickie James para que le plantase cara en el TakeOver: Toronto en un combate muy sólido, y plantear un combate a 4 en TakeOver: San Antonio que acabó siendo más bien regular por el poco tiempo que duró.

Todo esto, claro está, hasta que llegó Ember Moon y también demostró una combinación de fuerza y resistencia que la situaba lo suficientemente pareja a Asuka como para ponerla en aprietos… Y así ha sido, un combate en el que ambas han dominado una parte y en el que Asuka ha tenido que acabar recurriendo a una triquiñuela usando al árbitro de escudo para evitar que Ember Moon le aplicase su remate.

Un buen combate al que no se le pueden poner muchos peros, excepto, en mi opinión, la falta de tiempo. Me pareció que, de haber durado 5 minutos más, ambas luchadoras podrían haberle añadido unos toques que le habrían dado mayor consistencia y les habrían hecho quedar mucho mejor a ellas también.

Valoración del combate: *** 1/2


Y llegamos al evento principal por el título de NXT: el campeón Bobby Roode contra Shinsuke Nakamura.

Ambos son luchadores con muchos años de experiencia fuera de la WWE, uno principalmente en TNA, y el otro en Japón. Roode es un luchador técnico y con unas cuantas argucias bajo la manga que recuerdan a Ric Flair o Triple H, mientras que Nakamura es el autoproclamado King of Strong Style, lo que en la práctica significa que favorece los golpes directos y duros.

El combate, sin llegar a ser espectacular por el estilo empleado (lo cual no es malo), vio al campeón tratando de debilitar las piernas de Nakamura para evitar sus patadas (y su remate en forma de rodillazo en carrera), con diversos cambios de ventaja, llaves contrarrestadas y al campeón en apuros en bastantes momentos ante lo igualado de la fuerza y habilidad de los contrincantes.

El público estuvo muy metido en el combate, pues ambos luchadores son muy populares, y el ritmo fue lo suficientemente pausado como para desarrollar la pelea, pero sin llegar al aburrimiento gracias a la explosividad de Nakamura.

Valoración del combate: ****1/4

EN RESUMEN:
Aunque no alcanzó las cotas de calidad de otros TakeOver, esta edición siguió siendo un evento muy sólido y entretenido para lo poco que dura y a la que sólo le faltó un poco más de desarrollo en algunos combates para haber logrados esos destellos de brillantez a los que estamos acostumbrados por parte de NXT.

comentarios
  1. […] hace un par de meses le hacía un repaso al anterior TakeOver, ahora es el momento de ver qué ha dado de sí el NXT TakeOver: […]

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