Reseña de teatro: War Baby, de Yllana

Publicado: 13/04/2024 en Opinión, Reseñas, Teatro
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Este War Baby que vimos ayer en el Teatro de Rojas es un nuevo éxito de la compañía de Yllana en el que, al más puro estilo de una película de los hermanos Marx, la compañía de David Ottone reflexiona y muestra desde el absurdo lo igualmente absurdo de unos temas que por desgracia son tan actuales y constantes como la guerra y los totalitarismos.

Si la memoria no me falla, y obviando esa cosa que fue Campeones de la comedia, lo último de Yllana que había visto fue Maestrissimo, una de las últimas obras a las que asistí antes del confinamiento, así que tenía muchas ganas de volver a reencontrarme con su humor. El mismo humor con el que tanto me he reído en espectáculos como Brokers, The GagfatherGag Movie y que, con la excepción ya mencionada, nunca decepciona. Porque Yllana podrá tener espectáculos de humor mayores y menores, pero cuando vas a ver a la compañía, sabes que saldrás del teatro con un buen saco de carcajadas a las espaldas.

War Baby, su nueva propuesta, se engloba dentro de los espectáculos mayores, con una magnífica puesta en escena y un argumento que estructura muy bien los distintos sketches de los que se compone la obra. De ese modo, se conjura el peligro de que parezcan simples números de humor aislados y unidos tan sólo por una temática común y se ofrece un hilo narrativo que potencia el desarrollo de los personajes de la obra y, por lo tanto, el humor que pueden desplegar. El espectáculo presenta un país sometido a la dictadura de un bebé en el que no cabe ningún tipo de disidencia o libertad que no se ajuste a la ideología del lactante; además del dictador, su nodriza y su alto mando militar, conoceremos al jefe de los servicios de seguridad y a varios ciudadanos, como un librero y un pacifista, que son reclutados para la guerra que el país entabla con el enemigo. Como es habitual, os dejo el teaser de la obra (en el que curiosamente he visto un par de cosas que no se hicieron ayer) y seguimos después del salto.

Desde el discurso inicial del dictador hasta el fin de la guerra y la recuperación de la libertad, pasando por el entrenamiento militar de los reclutas o el desarrollo de la guerra en sí, con tregua de Navidad incluida, Yllana nos ofrece una sucesión de gags desopilantes basados en la gestualidad, con abundante interacción del público y numerosos accesorios. La labor que realizaron Juan Fran Dorado, Jony Elías, Raúl Cano Cano y Luis Cao en esta representación en el Teatro de Rojas dejó patente la maestría de la compañía con un teatro del gesto que funciona como un preciso mecanismo de relojería que, no obstante, también deja espacio a pequeñas improvisaciones. Quizás uno de los elementos más destacados de su teatro sea la forma en la que recurren a elementos muy conocidos del humor gestual y los combinan con recursos completamente inesperados, de modo que el espectador se ríe a gusto con lo que espera y conoce y aumenta las carcajadas cuando el gag termina por resolverse de manera ingeniosa.

Como he mencionado, el trabajo interpretativo es magnífico y apoyado por una estupenda dirección, con unos actores dotados de un impecable sentido de la oportunidad a la hora de puntuar las escenas y de un repertorio histriónico ante el que resulta difícil mantener la seriedad. Además, gozan de una maravillosa complicidad entre sí que también acaban por extender al público. El del Rojas es notoriamente poco participativo cuando se trata de algo más que de dar palmas, así que resulta particularmente meritorio que una compañía logre ponerlo a lanzar pelotas o saludar al dictador, entre otras cosas.

Además de la parte interpretativa, la producción está muy cuidada, con un decorado sencillo pero sumamente eficaz para representar cada localización de la obra, en el que destaca la cabeza del dictador presidiendo la escena desde lo alto, con unos focos a los que se saca un partido bárbaro. El apartado sonoro también es muy reseñable, y hay que reconocerles tanto a los técnicos como a los actores la perfecta sincronización que exhiben a la hora de incluir los efectos de sonido y musicales. Por último, y desde luego que no por ello menos importante, no puedo dejar de mencionar también las maravillosas máscaras empleadas para algunos personajes, en las cuales muchos espectadores reconocerán el sello de Morboria.

Si os apetece acudir a un espectáculo de humor puro y duro que ofrezca también un elemento de sátira social con el que reflexionar después de las risas, la propuesta de Yllana con War Baby es una apuesta segura de la que espero que disfrutéis tanto como lo hicimos ayer en el abarrotado Teatro de Rojas. Tanto si lo veis entre semana como si es vuestro punto de partida del fin de semana o su broche, estoy seguro de que os resultará muy gratificante daros una buena panzada de reír cuando se hace humor tan bien como lo hacen ellos. Para ver sus próximas actuaciones, nada más sencillo que consultar el calendario de War Baby aquí.

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