Subirse en marcha

Publicado: 08/09/2020 en Cómics, Cosas mías, Opinión
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Cuando era pequeño, no seguía ninguna serie de manera regular por razones económicas. Creo que la primera fue la Liga de la Justicia Europa, que ni siquiera era del momento, sino que estaba siendo redistribuida en quiosco unos cuantos años después incluso de que hubiera desaparecido Zinco, la editorial que la publicó.

Era muy consciente de lo que podía dar de sí mi paga, y entre ahorrar un poquito cada semana, echar alguna partida en recreativos, unas chuches y alguna revista que me daba más tiempo de lectura, me salía mucho más a cuenta realizar mis incursiones comiqueriles en todos esos benditos mercadillos de libros (desgraciadamente hoy casi extintos) que visitaban la ciudad de tanto en cuando. En ellos podía encontrar grapas a 100 pesetitas de nada (unos 60 céntimos de euro para los jóvenes que no van a leer esto) o incluso retapados a precios entre 300 y 500 pesetas (unos 1,80 y 3 euros respectivamente) que contenían 5 o 6 números consecutivos de una serie, eso frente a las 225 pesetas (unos 1,35 euros) que empezaban a costar las nuevas series en papel satinado que había en los quioscos.

Las probabilidades de encontrar un número 1 en esos mercadillos era prácticamente nula, y la de encontrar varios números seguidos, a excepción de los retapados, también era muy baja. Además de eso, el surtido de tebeos allí presente solía abarcar varios años de publicación, por lo que podías encontrarte a los mismos personajes en momentos muy distintos de su trayectoria. ¿Iba entonces a dejar de comprarme un cómic por tener que adquirir el número 31 de los Nuevos Titanes de Zinco o el 61 del Marvel Two-In-One del Capitán América y Thor de Forum? Por supuesto que no, del mismo modo que estaba encantado con cualquier Mortadelo, Zipi y Zape, Don Miki o similar que cayera en mis manos, independientemente de que la historia larga viniera de números anteriores o no.

Correo antiguo de Infinity Inc. (izq.) y moderno de Paper Girls (dcha.)

Subirme a cualquier serie en el número que fuera, sabiendo que era muy probable que nunca supiera de dónde venía o adónde iba, no me importaba lo más mínimo. Además, la gran mayoría de series contaban con un correo de los lectores, páginas en las que los redactores de turno, con mayor o peor fortuna, contestaban dudas sobre el pasado y el futuro de la serie y sus personajes, anunciaban proyectos editoriales o lanzaban pullitas tanto internas como externas. Más allá de los chascarrillos y el autobombo, el correo era una fuente de información y un ponerse los dientes largos impresionante. Abrir un cómic y ver que no había correo era una profunda decepción para mí, porque cuando te comprabas tebeos de pascuas a ramos, leer las consultas y comentarios de los lectores y del correero de turno era la única ventana hacia todas esas publicaciones que veías en los quioscos y no podías comprar. Si hay algo que echo de menos al comprarme un cómic actualmente, es la pérdida de esa interacción entre la editorial y sus lectores. Eso por no hablar de lo impagable que resulta releer viejas grapas y encontrar en los correos nombres ahora muy conocidos en el mundillo del cómic patrio por unos u otros motivos o incluso de gente actualmente muy famosa y que entonces no eran más que un nombre más en el correo.

Y antes de seguir poniéndome en plan Abuelo Cebolleta, a lo que iba…

Una queja común entre los lectores (o potenciales lectores) de tebeos es lo complicado que es empezar a comprar una serie que vaya por su número X y que arrastre personajes y tramas desde hace años o, peor aún, décadas: esa sensación de estar perdido irremediablemente, sin saber quién es quién, de dónde vienen ni por qué hacen lo que hacen. Es un argumento que ya se planteaba en mis años mozos y que, curiosamente, se sigue esgrimiendo ahora pese a la ingente cantidad de recursos disponibles en los mundos de Internet para enterarte de todo lo que quieras.

¿986? Buf, no me lo compro

Nunca he entendido esa queja. No la entendí cuando la leí por primera vez, años ha, y he seguido sin entenderla desde entonces cuando la he vuelto a leer o escuchar en diversas ocasiones. Salvo en el caso de los cómics que cuentan historias de un solo número o de unas pocas páginas, la inmensa mayoría de tebeos que conocemos son eso… series: publicaciones serializadas generalmente indefinidas con personajes y situaciones que cambian (o no) con el paso de los años. Incluso subirse a una serie limitada en marcha, o a una publicación de historias por entregas tipo 2000 AD o el difunto Lanfeust Mag, tampoco es un tremendo drama que te impida enterarte de lo que pasa o disfrutar de la lectura. No pasa nada por no tenerlo todo mascadito desde el principio, de verdad.

Además, las series regulares suelen contar con arcos argumentales, por lo que incluso dentro de éstas no es lo mismo empezar a leer en el número 237 de la serie, que cuenta la 3.ª parte de la historia del momento, que hacerlo en el 240, donde empieza un nuevo argumento dentro del enorme arco que viene desde el número 1. Pero tampoco se muere nadie, en serio. Salvo que tengas una suerte horrenda y te toque un número especialmente inescrutable, puedes empezar a leer cualquier serie por el número que toque ese mes y comenzar ahí tu historia con ese tebeo.

¿De verdad no te has enterado de nada tras leer el número de marras? Pues vuélvetelo a leer, que encima le estarás sacando más partido de lo habitual, ya que entonces no lo harás desde cero, sino habiendo leído al menos ese número (no, no es ninguna tontería) y puede que veas cosas que antes no habías visto. Y luego puedes comprarte el siguiente número y seguirte enterando, porque no es necesario saberse la vida y milagros de los personajes antes de ese número que decidiste comprar. Tu relación con la serie ha empezado ahí y durará hasta que decidas que no te gusta y que quieres cortar.

Y olvídate de lo que te quieran contar. Si quieres leer una serie concreta o algo de un personaje determinado, hazlo. Nadie conoce tus gustos mejor que tú, y la ventaja de comprarte una grapa es que tampoco vas a perder un dineral si decides no continuar. Ser parte del nacimiento de una serie es una experiencia estupenda, no lo voy a negar, pero el sentirte algo perdido y abrumado después de subirte en marcha para luego irte envolviendo en las tramas y los personajes no le va a la zaga para nada.

comentarios
  1. […] A lo largo del tomo asistiremos a un estupendo desfile de personajes invitados que se ven envueltos en los acontecimientos de la historia y que terminarán la misma en situaciones que sí que suponen un cambio del status quo, especialmente en los casos de Luke Cage y de Daredevil. Se trata de un genial punto y seguido a los acontecimientos de los tomos anteriores que recoloca las piezas en el tablero y me deja con muchas ganas de seguir viendo qué derroteros tomará el cuernecitos de ahí en adelante. En definitiva, un tomo tan recomendable como todos los de esta serie; si os gusta el personaje, o incluso si queréis leer un cómic que, a mi juicio, pueda crearos afición, haceos con todos (o empezad por donde queráis, que algunos ya sabréis lo que opino sobre subirse en marcha a las series). […]

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