Games Tribune Magazine Nº01: reseña

Publicado: 19/04/2014 en Opinión, Reseñas, Videojuegos
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El último viernes de marzo se produjo la llegada a quioscos de una nueva revista de videojuegos, la GTM o Games Tribune Magazine. Este hecho tiene una cierta importancia en un mercado editorial que ha visto el cierre o amago de cierre de bastantes cabeceras en los últimos años y que, como otros sectores, ha experimentado una deriva hacia el contenido digital. Al fin y al cabo, ¿por qué pagar por una revista en papel mensual con contenido relativamente desfasado (respecto a la inmediatez de Internet) cuando lo tienes gratis y al alcance de la mano en la Red?

Puesto que siempre he preferido el papel sobre lo digital y me parecía adecuado apoyar la iniciativa de quienes se lanzan a la piscina de esa forma, me hice con la revista el primer día que salió a la venta. Mi idea era no solamente leerla y recomendarla si fuera necesario, sino también escribir una reseña lo más completa y objetiva posible. Este artículo cumpliría pues un doble objetivo: por un lado darme un motivo para ponerme en serio con este blog y desentumecer los músculos de escritura; y por el otro, ordenar mis ideas sobre la revista y decidir si quiero o no recomendársela a mis amigos videojugones y seguir comprándola.

Quiero señalar de antemano que si en algunos aspectos lo malo parece ser superior a lo bueno, es sólo porque he preferido extenderme y matizar mis apreciaciones. Vaya por delante mi respeto a todos los responsables del proyecto por embarcarse en él, y por supuesto que sería imposible hacerlo todo bien a la primera, además de que habrá cosas que dependan de la opinión, siempre subjetiva, de quien escribe estas líneas.


FORMATO Y PRECIO

La revista se publica en formato A5 (tamaño bolsillo), 192 páginas más cubiertas a todo color y con un papel satinado de gramaje más que adecuado y en línea con revistas similares. Su precio de venta es 3,5€, lo que la sitúa en un punto medio y asequible, ligeramente superior al de veteranas como PlayMania o Micromania, pero alejado de los 5,95€ de la Games TM.

A FAVOR: El formato A5 es manejable y permite ajustar al máximo el precio de la revista. Además, no es un desconocido en España gracias a la implantación del mismo en publicaciones como Fotogramas o QUO. A pesar del tamaño, la fuente elegida no es pequeña y se deja leer con facilidad. La encuadernación es bastante buena en el interior, aunque las páginas más cercanas a cubiertas empiezan a mostrar síntomas de una próxima llegada del otoño para ellas con algo de mala suerte.

EN CONTRA: Al medir la mitad que una revista tradicional, la mayoría de las imágenes que ilustran los textos son bastante pequeñas, lo que dificulta el poder apreciar el detalle gráfico. Su visibilidad en quiosco/tienda puede ser menor y acabar afectando a posibles compras por impulso de clientes potenciales.

VALORACIÓN: 7,5/10


MAQUETACIÓN Y DISEÑO

A FAVOR: La portada de la revista resulta muy elegante y transmite una imagen de seriedad más en la línea de la Games TM que de las publicaciones de Axel Springer. Por su parte, la maquetación interior está cuidada y resulta muy eficaz. Quitando un peligroso acercamiento de los márgenes al borde de la página en algunas ocasiones, la revista está diseñada para aprovechar al máximo el formato, sin espacios vacíos superfluos y con un buen uso de las tres columnas para combinar textos, imágenes y cuadros.

EN CONTRA: Aunque personalmente me encanta la portada de la revista y creo que encuentra un gran equilibrio entre sobriedad y espectacularidad, considero que le falta un punto adicional para atraer a compradores. Es cierto que al público objetivo se le presupone un cierto conocimiento de la actualidad del sector, pero a menos que sepas qué es Titanfall, es necesario acercarse para ver otros nombres más familiares como Silent Hill o Castlevania. Del mismo modo, el eslogan «Pasado, presente y futuro del videojuego», unido al formato, podría hacer pensar en una publicación aún más especializada o puntual (aparte de que el número y el precio resultan minúsculos). Comparado con un eslogan tan claro como el «Todos los videojuegos para todos los formatos» de Hobby Consolas, o con el «Revista de PlayStation 100% no oficial» de PlayMania, el de la GTM carece de un gancho claro que la defina y que diga algo más al comprador sin tener que hojearla. Entiendo que pueda querer buscarse una audiencia muy determinada, pero nunca está de más hacer alguna concesión por arañar esos euros que signifiquen la diferencia entre una larga y próspera vida y un fugaz pero intenso recorrido.

VALORACIÓN: 7/10


CONTENIDOS

A FAVOR: La gran baza de la revista que da sentido pleno al eslogan de la portada. Una acertada mezcla de artículos de opinión, reportajes, entrevistas y análisis que cubren juegos actuales de diversas plataformas, contenido retro de todo pelaje y futuros lanzamientos. Me ha impresionado la gran variedad de contenido que puede encontrarse en la revista, y si bien yo habría elegido un orden distinto, pocas pegas puedo ponerle a la decisión editorial de estructurar la revista de esta manera y dotarla de semejante cantidad de información de todo tipo. Muy destacable la inclusión de anuncios retro que hacen que te detengas a leerlos, admirarlos y contemplarlos y que me han sorprendido muy gratamente.

EN CONTRA: Lo único que no me ha gustado respecto a los contenidos es la extensión, pues casi todo lo que contiene la revista se estructura en 6 páginas, y ni que decir tiene que no todos los juegos necesitan o merecen 6 páginas de análisis (y lo mismo con reportajes o artículos). Si bien en algunos casos se agradece la cantidad, en otros podría pasarse perfectamente con una menor extensión que podría dedicarse a otras cosas. Quizá esas páginas «ahorradas» podrían emplearse para analizar o hablar de mayor cantidad de productos o para dar cabida a otras secciones que ahora no existen en la revista.

VALORACIÓN: 8/10


REDACCIÓN

En primer lugar (aviso de tocho de Abuelo Cebolleta), no voy a entrar en consideraciones estilísticas ni me voy a rasgar las vestiduras si los miembros de la redacción tienen alguna formación periodística o si no siguen un manual de estilo propio que rija lo que escriben y cómo lo escriben, aunque sí les recomendaría, si no lo hacen ya, la consulta del manual del español urgente de la Fundéu (antiguo manual de estilo de la Agencia EFE) o del manual de estilo de El País, por nombrar los dos más conocidos.

Mi mayor reticencia a la hora de «enfrentarme» a una publicación nueva, sea en papel o digital, es la calidad de sus textos. Por desgracia, cada vez se escribe (y se habla) peor y se presta menor cuidado y atención; y aunque me gustaría decir que esto sólo ocurre en ciertos ámbitos, la verdad es que se va extendiendo por todos los ámbitos del periodismo y quedan pocos reductos en los que no vayas a encontrarte alguna pifia gorda de las de parar la lectura. Mi experiencia con el periodismo de videojuegos siempre ha sido tibia tirando a nefasta, y si bien intento adecuar mi nivel de exigencia al nivel de la publicación, la autocomplacencia del redactor medio, motivada por un público poco exigente en cuanto a ortografía, sintaxis y estilo, da lugar a engendros perfectos para aparecer en exámenes de corrección de errores en cualquier universidad. ¿Cómo se defiende la GTM en este aspecto?

A FAVOR: Aunque con ciertos altibajos y sin grandes alardes, la mayoría de los textos se dejan leer y están casi exentos del síndrome de aplicar traducciones literales para términos especializados que se extienden entre los adeptos a una afición (ahí tenemos los terribles «balancear/balanceado», «rango», «nerfear»…). Puede apreciarse un cierto uso de criterios iguales por parte de los distintos redactores, y si bien no soy partidario del uso excesivo de la raya en lugar de la coma o los paréntesis, al menos existe una coherencia.

EN CONTRA: Hay textos a los que ni siquiera se les ha pasado un corrector ortográfico para eliminar errores, lo cual es lo más básico de lo básico antes de entregar cualquier texto que va a ser publicado o leído por otra persona. La puntuación, especialmente el uso de las comas, es deficiente en general, lo que dificulta la lectura y crea frases-párrafo que te dejan sin respiración. En algunos casos, es imposible saber si el redactor está fusilando un texto del inglés, apropiándose de frases sueltas traducidas por él mismo o si simplemente está influido por malas traducciones leídas y propagadas a lo largo de su vida; los dos primeros casos tienen mejor solución que el tercero, pero hay cosas peores. A la revista le hace falta como el comer que el editor, si existe, se ponga serio con lo que le entregan y no admita errores básicos, redundancias temáticas para llenar espacio y otros problemas del mismo corte.

MUY EN CONTRA: «Sin embargo es también real que muchas de las temáticas que tratan los videojuegos, especialmente los calificados para mayores de dieciocho años, que si caen en manos de menores pueden llegar a impactarlos, aunque de la misma manera que puede llegar a afectar una película y especialmente un libro.» Esta frase, extraída del artículo Los videojuegos y el Islam de Alberto Venegas, ejemplifica a la perfección el auténtico museo de los horrores que es dicho artículo. Larguísimas frases rebuscadas que no terminan porque se pierden en incisos y relativos. Puntuación inexistente o en demasía que empeora aún más las frases alargadas. Repetición de conceptos y sobrextensión del tema. Algún error de bulto como la invención del término «harar» a pesar de comenzar empleando correctamente los términos «halal» y «haram». Un verdadero desastre en el que supongo que su autor ha pecado de exceso de ambición y se ha visto vendido por la falta de un editor que frene sus impulsos a la hora de escribir. Señalaré, no obstante, que sus otras contribuciones en la revista no están tan mal como este artículo, por lo que quizá haya habido otros factores que han contribuido a la debacle.

VALORACIÓN: 6/10


EN RESUMEN
La revista comienza de forma muy prometedora para ser un primer número, aunque no está a la altura de las expectativas creadas por su diseño y declaración de intenciones. No peca de falta de ambición, aunque a algunos de sus colaboradores sí que les sobra. Cumple de sobra en cuanto a contenido y variedad, y aunque habrá quien prefiera otro equilibrio o distribución, pocas pegas puede ponérsele en ese aspecto. Con una mejor labor de revisión que reduzca al mínimo los fallos y con algo más de control de los textos para mejorar su calidad estilística, la revista podría convertirse en una de las grandes publicaciones especializadas en el panorama editorial.

Seguiré comprándola al menos hasta su número 6; medio año es suficiente para recopilar opiniones y corregir errores. A partir de ahí, volveré a plantearme si quiero seguir asistiendo a mi cita mensual con la revista. Mi mayor temor es la cantidad de opiniones positivas que ensalzan la revista más por lo que representa que por su calidad en sí, aunque he podido comprobar que en algunos foros se emiten críticas similares a las mías en cuanto a la necesidad de un editor que controle y corrija los textos y acerca de la sobrextensión y mala redacción y puntuación del artículo sobre el Islam.

VALORACIÓN GLOBAL: 7/10

comentarios
  1. Muchísimas gracias por el feedback. Conformes y enterados. Nos ha encantado la reseña :)

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